miércoles, 29 de junio de 2011

CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA EN LA MEDICION

Los indicadores son el termometro que mide la salud del sistema de ciencia-tecnología en un país, mostrando su evolución en el tiempo, detectando fortalezas o carencias y permitiendo la comparación internacional; siempre con el objetivo de ser una ayuda para la toma de decisiones en políticas, ciencias y tecnologías.

El reto actual, es elaborar un nuevo conjunto de indicadores que más allá de medir inversión, oferta científico-tecnológica o apropiación de esa oferta por las empresas, hagan posible una evaluación específica del modo en que el gasto público en ciencia y tecnología produce una mejora social, en el marco del sistema "ciencia-tecnología-sociedad".

DEFINICIONES DEL MANUAL DE OSLO


El Manual de Oslo es la primera fuente internacional de directrices para la recogida y uso de datos sobre las actividades de innovación en la industria; se ha actualizado para recoger los progresos hechos en el área del proceso de innovación. Una de las principales razones que impulsaron la actualización fue la necesidad de ampliar las directrices y recomendaciones a ramas de servicios. Además, por primera vez, el Manual se adentra en el área de innovación no tecnológica, que tiene un peso importante en la innovación total de este sector. Por tanto, la mayoría de los cambios que este Manual ha sufrido se encaminan a cubrir la inminente necesidad de medir los factores de innovación que no están directamente relacionados con la I+D. Entre dichos cambios destacan:

- Revisión y ampliación de la definición de la innovación, para incluir dos nuevos tipos: innovaciones de marketing y organizacionales.

- Medición de las actividades de innovación, con dos nuevos tipos: preparativos para innovaciones de marketing y preparativos para innovaciones organizativas.

- El papel que las relaciones externas de la empresa (denominadas Capital Relacional en el marco teórico del Capital Intelectual) juegan en el proceso de innovación.

El Manual de Oslo se refiere a la publicación de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) con el título "Medición de las Actividades Científicas y Tecnológicas. Directrices propuestas para recabar e interpretar datos de la innovación tecnológica: Manual Oslo", en 1997.

 

DOCUMENTOS A NIVEL MUNDIAL BASE DE DESARROLLO DEL TEMA DE INDICADORES.


MANUAL DE FRASCATTI: Este manual contiene las definiciones básicas y categorías de las actividades de Investigación y Desarrollo, y ha sido aceptado por científicos de todo el mundo. Por esta razón, en la actualidad se reconoce como una referencia para determinar que actividades son consideradas de investigación y desarrollo.

Esta basado en un documento preparado por Christopher Freeman, que es conocido como The Proposed Standard Practice for Surveys of Research and Experimental Development.

El documento establece definiciones fundamentales para los tipos de actividades y las actividades del personal de investigación.

Trata los temas de la medición de los recursos dedicados a la I&D (gastos y personal) en los diferentes sectores: educación superior, gobierno, empresas de negocios y organización privadas sin ánimo de lucro.


MANUAL DE OSLO: actividades de innovación.

MANUAL DE CAMBERRA: para cuantificar el recurso humano.



sábado, 25 de junio de 2011

LOS INDICADORES (VIDEO)

TIPOS DE INDICADORES

TIPOS DE INDICADORES:
Los indicadores son elementos informativos del control de cómo funciona una actividad, pues hacen referencia a parámetros estables que sirven de magnitud de comprobación del funcionamiento de ésta. Son los elementos básicos de las técnicas de control de gestión. La utilidad y fiabilidad del control de gestión se vincula necesariamente a la utilidad y fiabilidad de los indicadores. Una vez elegidos los indicadores, se imponen sobre ellos técnicas de seguimiento: ratios, precios de coste, organigramas, presupuestos.
Para ser adecuados, los indicadores deben ser:
Accesibles (fáciles de identificar y recopilar)
Pertinentes (para los que deseamos medir)
Fieles (que informen con fidelidad de las condiciones de los datos que se recogen)
Objetivos (no ambiguos en su interpretación)
Precisos (para la acción que se quiere estimar)
Unívocos (parámetros exclusivos de lo que se mide) y Sensibles (que permitan recoger y estimar variaciones de aquello que son referente).
Hay distintas clases de indicadores:
Indicadores de ejecución
Son los que aluden a resultados de la actividad. Pueden ser:
· De economía: Nº recursos empleados/disponibles
· De eficiencia: Valoran los recursos empleados en relación a los resultados concretos obtenidos
· De eficacia: Comparan los resultados obtenidos con los previstos
· De efectividad: Valoran el resultado global concreto con el previsto.
Indicadores de proceso
Aluden a los procesos intermedios de la actividad. Pueden ser:
· Estratégicos: Informan de qué factores externos influyen en el proceso de actividad
· De Estructura o de entrada: Valoran los recursos disponibles y los necesarios.
· De Proceso: Evalúan cómo se desarrollan las actividades intermedias del proceso de gestión
· De Resultado o de salida: Miden los resultados finales del proceso

jueves, 23 de junio de 2011

CONCEPTOS

INDICADORES DE CIENCIA Y TECNOLOGIA

En la antigüedad los creadores de la tecnología eran principalmente artesanos que poco sabían de principios científicos y sus habilidades se basaban completamente en el conocimiento empírico. La estrecha relación entre la ciencia y la tecnología inició como resultado de la Revolución Industrial de los siglos XVIII y  XIX. A partir de entonces, la ciencia se convirtió en el cimiento de nuevos inventos que favorecieron el desarrollo de la tecnología y la industria, y a su vez,  la tecnología comenzó a convertirse en una herramienta al servicio de la ciencia, como con el desarrollo de instrumentos de laboratorio que facilitaron la experimentación.

La ciencia en sentido moderno, según Mario Tamayo y Tamayo, puede definirse como “el conjunto de conocimientos racionales, ciertos y probables, obtenidos metódicamente, mediante la sistematización y la verificación y que hacen referencia a objetos de la misma naturaleza”. Sin embargo, esta definición de ciencia puede considerarse restrictiva o limitada debido a que sólo hace referencia a las ciencias naturales.
Mario Bunge opta por una definición más amplia de ciencia a la que en un primer momento llama “cuerpo de ideas”, y define como “el conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y falible”, tal y como es entendida en la actualidad. Pero, agrega la importancia de distinguir entre la ciencia formal y la ciencia fáctica, porque  “no toda la investigación científica produce conocimiento objetivo”, lo que no significa que deje de considerarse como tal.  Para Bunge la lógica y las matemáticas son las llamadas ciencias formales, cuyo objeto de estudio son los entes formales, así como las relaciones lógicas (o mentales) que se establecen entre ellos; por su parte, las ciencias fácticas, que abarcan las ciencias naturales y las ciencias sociales, tienen como objeto de estudio a las cosas concretas y reales, es decir, la naturaleza y la sociedad.

Si bien, agrega Bunge, ambos tipos de ciencia emplean el método científico se distinguen por su materia de estudio y la forma para alcanzar sus fines. De esta manera, la finalidad de las ciencias formales es demostrar o probar; en cambio, las ciencias fácticas buscan verificar, corroborar o invalidar una hipótesis; y aclara que, por la naturaleza misma del método científico, el conocimiento alcanzado siempre será provisional y perfectible.

Por su parte, el Manual Canberra de la OCDE menciona la dificultad de proporcionar una definición del término ciencia debido a los diferentes puntos de vista sobre la extensión del término y su uso para referir los diversos campos del conocimiento que procede de razones culturales y lingüísticas.

Un ejemplo son los diferentes significados de la palabra ciencia en el idioma alemán, el inglés y el español. La palabra inglesa “science", tiene una extensión más específica y a menudo se emplea como sinónimo de las ciencias naturales. Por otra parte, el concepto alemán de "Wissenschaft" es más amplio, pero quizás más restrictivo en términos de nivel de habilidad y de actividad. Y la palabra ciencia en español, cuya raíz etimológica es la palabra latina scientia, sugiere conocimiento.

En términos generales, hay acuerdo en que el término ciencia comprende campos como las llamadas ciencias naturales, en tanto que las diferencias consisten en aplicar o no el término ciencia para referirnos a áreas de conocimiento como la religión, la teología, la economía doméstica, las humanidades o las artes. Sin embargo, el citado Manual señala deliberadamente como ciencia un concepto más amplio que abarca todos los campos del conocimiento, inclusive los relativos a éstas últimas áreas del conocimiento.”
Por otro lado, Mario Bunge define tecnología como “el desarrollo de la actividad científica aplicada al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales”; mientras que para Gustavo A. Cárdenas es “la suma de conocimientos de los medios y de los métodos destinados a producir bienes y servicios”,  pero aclara que la tecnología no es sinónimo de ciencia aplicada, pues en algunas ocasiones la tecnología es anterior a la ciencia, y en muchos otros la tecnología surge sin un conocimiento científico previo y preciso de cómo y por qué funcionan los procesos u ocurren los fenómenos con resultados concretos.

Se observa que en las definiciones de tecnología de Bunge y Cárdenas se destaca el papel que tiene ésta para la sociedad y la cultura en la actualidad. Hoy la tecnología se ha convertido indispensable en la vida cotidiana de las personas, con el uso de ésta realizamos actividades básicas de nuestra vida como puede ser comunicarnos de manera instantánea oralmente y por escrito, transportarnos grandes distancias en poco tiempo y producir nuestros alimentos con mayor calidad y cantidad, entre muchas cosas más.

Por su parte, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), define la tecnología de manera más estrecha, como "el uso del conocimiento", es decir, “consiste en la utilización de herramientas y técnicas para realizar los planes y lograr los objetivos deseados”. 
En México las definiciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología relativas al tema se apegan a los manuales de la UNESCO y la OCDE. Por su parte, la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados de Diputados no cuenta con una definición específica sobre el tema; no obstante, la Constitución estipula en el artículo 3 la obligación del Estado para apoyar la investigación científica y tecnológica;  y, faculta al Congreso mexicano, en su artículo 73, legislar en la materia.

Por otro lado los Indicadores son unidades de medidas que de manera numérica y con el uso de diferentes bases de medición permite percibir el estado actual de un sistema y su comportamiento en un intervalo de tiempo.